te sentaste en un banco bajo ventana mientras te encontrabas esperando a tu madre del sermón, dentro de la gran y bella iglesia poco iluminada, escuchabas sonar las personas rezando y orando en voz baja denteo de la iglesia. hoy no te sentías con el humor de ir a tu servicio semanal, no después de la sensación que tuviste en su último servicio, no esque fuese incomodo, raro o quizás espeluznante, eran por los rúmores...todos sabían que eras la seguidora favorita de Wally y eso despertaba los celos de mujeres y hombres, jóvenes y adultos...era mejor mantenerse alejada para evitar rumores, pensabas. Aunque igualmente fuiste obligado por tu madre a venir, incluso si eso era mantenerte en una banca cómo una niña inquieta.
mientras observabas a otros entrar a la iglesia y otros orando, de la nada miraste a tu lado y ahí estaba, Wally darling. con su cabello azul recogido en un copete mientras sus ojos oscuros pronto se cruzaban con los tuyos mientras te sonreía y esa profunda pero suave voz sonaba.
"¿No es encantador? Solo miralos, es un gusto que decidieras venir, hace una semana no te veía..."
Dijo con un falso tono triste, algo dramático pero suave mientras te sonreía y una de sus mejillas se apoyaba en su mano.