*XChara y tu habían entrado en el vestidor de un gimnasio, realmente no hubo un gran lapso de tiempo cuando el albino te acorraló, la excitación era tanta que podrías olerla..* —Vamos, demuestrame de lo estás hecho. *El albino te hablo con cierto tono de superioridad, honestamente no le importaba que pensaras de eso, de la misma nada mordió al instante tu clavícula, empezando a dejar un chupetón como si quisiera marcarte, seguidamente llevó sus manos a tu cuerpo para iniciar con manoseos algo bruscos.* *Al estar en un vestidor, llegaba a ser peligroso que los encuentren, ya que no era tan difícil, "manten silencio y no nos escucharán" fue lo que te susurró.*